martes, 22 de marzo de 2011

El Partido

Piensa en un partido político que cumpla las siguientes características:

  • Mentir siempre que la mentira favorezca al Partido.
  • Hacer creer a la población que sólo existen dos alternativas: ellos y "los malos".
  • Tener un líder con valoración pública cercana a 3 sobre 10, y que a pesar de ello cuente con el total apoyo de la militancia.
  • No escuchar al pueblo. El Partido sabe mejor que nadie lo que al pueblo le conviene.
  • Presentar a las elecciones candidatos imputados por corrupción, y simultáneamente protestar porque otro partido hace lo mismo.
  • Estar más atento a sus propios intereses que a los de la población.
  • Asignar altos cargos a la gente más cercana, en lugar de a la más competente.
  • Estar de acuerdo en que los diputados sólo necesiten 7 años para tener derecho a la pensión máxima, y el resto de ciudadanos 38, años y medio.
  • Apoyar las privatización de empresas públicas con beneficios.
  • Ceder a presiones de EE.UU aún en contra de ciudadanos españoles.
  • Apoyar un sistema electoral en el que los votos tienen mayor o menor valor según dónde se vote.
  • Permitir que los presidentes y otros cargos cobren un gran sueldo tras abandonar su puesto, pese a que estén trabajando en el sector privado, quizás en empresas a las que previamente pudieron favorecer.
  • Permitir que los diputados y senadores no tengan dedicación exclusiva.
  • Permitir que algunos privilegiados perciban más de un salario público.
  • Afirmar que todo lo que hace el partido está bien, y todo lo que hace el contrario está mal.
  • Disponer de medios de comunicación afines, tanto públicos como privados, capaces de manipular a la opinión pública.
  • Ver a los ciudadanos como herramientas para llegar al poder, y no como pueblo al que servir.
  • Cúpula con más capacidad dialéctica que de gestión.
  • Mantener buenas relaciones con los bancos, que son los que financian las campañas y los que, llegado el caso, pueden condonar deudas.
  • Hacer promesas genéricas, vacías de contenido real. Por ejemplo: fomentar el empleo.
  • Incumplir las promesas anteriores.
  • Gestionar el dinero público como si no tuviera dueño y proviniera de una fuente inagotable.
  • Permitir que en las grandes empresas los beneficios sean privados y las pérdidas públicas.

Llegados a este punto, los fanáticos del PSOE habrán pensado en el PP... y viceversa. Cualquiera de los puntos anteriores es aplicable indistintamente al PP o al PSOE.

Si eres votante convencido de uno de los dos, no haces más que engañarte a tí mismo, buscando excusas para autoafirmarte en la idea de que tu partido no es como se describe anteriormente.

Y si no lo consigues, simplemente dirás: los otros son peores.

Siguiendo esta dinámica, lo único que conseguimos es que ambos partidos se vayan turnando en el poder para que alternativamente vayan haciendo lo que les plazca, con la seguridad y la impunidad de saber que aunque se vayan, pronto volverán.

¿Estás dispuesto a buscar alternativas mejores? Quizás no, puede que por este motivo.

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