lunes, 28 de marzo de 2011

Profesión: profesor-vomitador

"Siempre que enseñes, enseña a la vez a dudar de lo que enseñas."
Si se aplicara esta frase de Ortega y Gasset, la educación sería muy distinta de cómo es ahora.

Muchos profesores se limitan a vomitar conocimientos sobre sus alumnos, con la única intención de que estos los guarden en la bolsa para el mareo de sus cerebros, para posteriormente vaciarlas en el cubo de basura de los exámenes. Es así como el resultado es gente sin ningún espíritu crítico, con mentes escasamente analíticas, cuya actividad cerebral se limita a a almacenar y reproducir lo almacenado.

La información que se facilita al alumno está generalmente descontextualizada hasta el punto de carecer casi completamente de sentido. ¿De qué le sirve al alumno aprenderse de memoria la capital de un país, sino sabe ni dónde está, ni cómo es su gente, sus paisajes, su economía...? ¿No sería más práctico (por ejemplo) visualizar un vídeo con un buen "viaje virtual" al país en cuestión?
Si un curso nos dan una lista de capitales, otro año nos muestran la ubicación en el mapa de los países, y otro nos cuentan su historia, muy pocos alumnos llegarán a hacerse una idea real de sobre qué se está hablando. Siempre que se enseña algo al alumno, debería situarse la información en el mundo real, y no como un "ente independiente".

El día en que todos los profesores añadan al "esto es así" preguntas como "¿por qué es así y no de otra manera?" o "¿qué pasaría si fuera diferente?"... ese día habremos ganado mucho.

No hay comentarios:

Publicar un comentario