jueves, 28 de julio de 2011

Papel agonizante

Renovarse o morir. La ciencia avanza, las cosas cambian, la tecnología modifica el mundo, y ante nuevas situaciones algunos negocios pierden su razón de ser.

De la misma manera que murieron los manuscritos ante la invención de la imprenta, las máquinas de escribir ante los ordenadores e impresoras o el telégrafo ante el teléfono, hoy la prensa escrita agoniza.

Ante la lenta pero contínua bajada de ventas año tras año, a la prensa sólo le quedaban dos alternativas:

  • Mejorar su calidad, con periodismo "de verdad" que haga que merezca la pena pagar por leer
  • Reducir gastos para mantenerse a flote

Evidentemente, han optado por la segunda. Ya casi no hay periodistas, casi todo proviene de agencias de noticias. Abundan las noticias intrascendentes, es común ver diarios publicando noticias que circulan hace días  por internet, y peor aún, cada vez hay más plagios de imágenes y textos de blogueros.

Todos los grandes medios están en manos de poderosos grupos financieros, y los pocos periodistas que quedan, o se pliegan a la "linea editorial" (que yo llamaría prostitución del periodismo), o se quedan sin trabajo. Ya no importa el periodismo. Ya casi ni siquiera importa el negocio. A veces parece que lo único que les importa ya es manipular la opinión pública, porque sus verdaderas fuentes de ingresos vienen por otros caminos menos transparentes.

Si todos los medios incluyen la misma dosis de "material de relleno", a veces son los últimos en enterarse de lo que sucede, están completamente exentos de objetividad hasta el punto de que algunos artículos son indistinguibles de la publicidad, ocultan, manipulan, mienten, y encima hay que pagar por leerlos... ¿qué motivos tengo para no decantarme por informarme en internet? ¡Ninguno!

La rutina hace que muchos sigan leyendo la prensa escrita, pero quienes prueban a informarse por internet, no vuelven al papel. La agonía es lenta, pero la muerte inevitable si no cambian radicalmente. ¿La culpa es de internet? No, la culpa es de quienes no saben adaptarse a los cambios, y en vez de renovarse se dejan morir.

El artículo de hoy es especialmente denso en enlaces (9) que recomiendo leer para comprobar hasta qué punto son culpables los medios de su propia suerte.

No hay comentarios:

Publicar un comentario