jueves, 14 de abril de 2011

Oscurece

Es la hora. La intensa luz del día se atenúa y cambia de color en una secuencia que no por previsible es menos sorprendente. Un reflejo cálido adorna la cara oeste de los pinos de Tamadaba al tiempo que sus sombras se alargan, ya casi a punto de invadirlo todo de oscuridad.

Las nubes han cambiado su blanco natural por un intenso naranja que poco a poco se va transformando en rojo, como si estuvieran a punto de comenzar a arder en su aparente contacto cada vez más íntimo con el sol.

La cámara intenta una y otra vez capturar la esencia del momento, aún a sabiendas de que por buena que sea la captura, jamás podrá producir las mismas sensaciones que estar ahí, en directo.

Es entonces cuando el sol comienza a ocultarse tras la silueta cada vez mejor perfilada de Tenerife. Aparto los ojos del visor, ¿a quién le importa la foto? mejor disfrutar del paisaje al completo. La creciente oscuridad a mi espalda contrasta con el intenso y colorido espectáculo que se produce tras la imponente figura del Teide, adornado por una delgada capa de nubes que flotando sobre su cumbre, se deshilachan por efecto del viento.

La temperatura cae bruscamente, y el espectáculo multicolor se desvanece, lenta pero implacablemente. Las imágenes que impactaban en mis retinas han desaparecido, y ya sólo queda su huella en forma de recuerdo. Mañana volverá a suceder lo mismo y yo no estaré, serán otros ojos los que disfruten de la diaria y breve representación que ofrece la naturaleza.

Mientras tanto, miles de personas viven ajenas. Para ellos, cada día, simplemente oscurece.

2 comentarios:

  1. ¡¡¡Que Bonito, me voy a Tamadaba a ver oscurecer....!
    YM

    ResponderEliminar
  2. Precioso atardecer , no lo pudiste describir mejor ahora a disfrutar de las estrellas.!!!!
    TE FELICITO ME ENCANTA .

    ResponderEliminar