jueves, 7 de abril de 2011

Presuntas mentiras

¿Cuál es tu programa de televisión favorito? La respuesta más repetida es "los documentales de la 2", aunque los índices de audiencia digan todo lo contrario.

No seré yo quien defienda la exactitud de los audímetros, pero algo cierto habrá cuando hay más gente que conoce a Belén Esteban que a José Luis Sampedro. Por si acaso, aquí tienes una entrevista suya. Tranquilo, no se lo diré a nadie.

A lo que iba: la televisión no tiene por que ser educativa. En ella cabe de todo, y según el momento te puede apetecer reirte viendo los Simpsons, aprender algo viendo Redes, creer que te informas viendo los informativos, o dormirte viendo los trozos de película que pone Antena 3 en medio de la publicidad. Incluso, si te apetece, puedes llorar viendo telenovelas. En ninguno de los casos anteriores perjudicas a nadie.

Lo que ya no me parece tan razonable es dedicar horas de televisión a que unas personas critiquen la vida privada de otras, y menos cuando su única ocupación conocida es precisamente esa: criticar.

Pero no criticaré a las cadenas de televisión, sino a sus espectadores. Las cadenas de televisión son empresas, y como tales sólo buscan el beneficio económico. Emitirán aquello que más audiencia genere para aumentar sus ventas de publicidad. Una empresa ética que no produzca beneficios, simplemente desaparecerá.

Lo más chocante llega cuando hablas con personas que, siendo espectadores del tele-cotilleo, critican abiertamente a la cadena que lo emite. No les gusta, pero lo ven, alegando que "la culpa es de la cadena, si no lo emitieran nadie lo vería" Bueno, cierto es, pero... también es verdad que si nadie lo viera no lo emitirían.

Si eres consciente de lo inmoral que resulta, y aún así continúas viéndolo, cuanto menos eres cómplice de la situación. ¿Por qué no cambias de canal? Probablemente encontrarás más basura, pero al menos que esa basura no perjudique la vida privada de nadie.

En realidad, pensándolo bien... no es del todo falso que vean documentales de la 2. Al fin y al cabo, lo que ven no dista mucho de un grupo de buitres despedazando carroña.

1 comentario: