Desconcertados

Decenas de miles de personas se manifiestan, se acampa en 22 ciudades españolas, cientos o miles de personas toman la Puerta del Sol en Madrid, ¡y nadie sabe cómo reaccionar!

Los medios españoles inicialmente intentaron ocultar lo que sucedía, y cuando ya era inevitable por la repercusión en medios internacionales, empezaron a dar informaciones sesgadas, incompletas, o directamente falsas.

Mientras tanto los partidos políticos no saben qué hacer o decir, pasan del silencio al disparate sin querer entender bien qué sucede y no tienen ni idea de cómo reaccionar.

¿A qué se debe tanto desconcierto?

Muy sencillo, tanto unos (políticos) como otros (medios) están acostumbrados a argumentos simplistas y ridículamente infantiles del tipo "los del PP dicen esto contra el PSOE" y "los del PSOE dicen aquello contra el PP". Es lo que llevan años haciendo/retransmitiendo, y todo lo que no encaje en sus reducidos esquemas mentales queda fuera de su argumentario predefinido.

Ahora es diferente, ahora se ataca al PSOE sin ser del PP, y se ataca al PP sin ser del PSOE. ¿Cómo defenderse de las críticas cuando su único y exclusivo argumento era que el partido opuesto es mucho peor que el suyo?

Cualquier crítica al PP era respondida sistemáticamente: "el PSOE es peor", y viceversa. Y ahora... ¿qué nos van a decir? ¿Cuáles son sus argumentos para que les votemos? ¡NINGUNO!

En cambio nosotros sí que tenemos muchos argumentos para no votarles, como incluir imputados en sus listas, los privilegios que se han adjudicado a sí mismos (pensión completa con sólo 7 años cotizados, viajes en primera, etc), apoyar acciones de guerra, privatizar empresas públicas, etc. Llevan años legislando para el beneficio de unos pocos sin importarles lo más mínimo el bienestar de la mayoría.

Ahora debemos ser nosotros quienes votemos pensando en nuestro bienestar, expulsando de sus cómodas poltronas a tanto parásito profesional. El próximo domingo VOTA, es nuestra mejor arma: VOTAR, pero por supuesto no a favor de los que durante 30 años se han repartido el país hasta esquilmarlo. Es hora de dar entrada a sangre nueva que permita limpiar esta prostituida democracia.