sábado, 21 de mayo de 2011

El tragabolas humano

Siempre que veo el juego del tragabolas, no puedo evitar ponerle rostro humano a los coloridos hipopótamos. La razón es que es una analogía perfecta de cómo algunas personas consumen "información" en la televisión.

Los hipopótamos tragarán cualquier bola situada dentro del recinto al efecto, sin tener en cuenta color, tamaño o material de las bolas. En cambio, cualquier bola situada fuera del recinto no podrá ser nunca digerida por los voraces e insaciables animalitos.

De la misma manera, algunas personas creerán ciegamente cualquier "no-ticia" que difunda "su" canal de televisión, e igualmente rechazarán cualquiera del exterior. Esto, evidentemente, es aplicable tanto al tragabolas azul como al rojo. Ambos siguen el mismo mecanismo, y ambos consideran que la frase "lo dijeron en la tele" tiene tanto o más valor que el "doy fe" de un notario.

Si eres de los que cree que el 15-M está relacionado con ETA porque César Vidal "da fe" (y sinceramente no se me ocurre ninguna otra razón para creerlo), ¿te reconoces en la foto?

Pero hay una diferencia entre los tragabolas de plástico y los humanos. Los pobres hipopótamos al menos tienen una excusa, ellos no pueden coger bolas del exterior porque su cabeza tiene un alcance muy limitado. En cambio los humanos... ¡ups! ... me acabo de quedar sin diferencia.

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